Conejo al ajillo con cerveza
Tal vez el conejo más suculento que he comido nunca ha sido uno asado con vino blanco. Pero al ponerme a hacer la receta, no había reparado en que se me había acabado el vino, así que lo sustituí por cerveza, un buen sustituto.
Por eso le he añadido zumo de limón también, para que tenga más sabor. Al final, todo estos jugos humedecen la carne, tierna por dentro y crujiente y dorada por fuera que está deliciosa.
Listado de ingredientes:
- 1,5 kilos de conejo troceado, o entero
- 1 diente de ajo grande, partido
- 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra recién molida
- 1 ramita de romero + otra para decorar
- 60 ml de cerveza
- 3 cucharadas de zumo de limón
Así se cocina el conejo con cerveza:
Lo primero que vamos a hacer es lavar bien los trozos de conejo y secarlos bien con papel de cocina.
Precalentamos el horno a 170 ºC con calor por arriba y abajo.
Frotamos todo el conejo con el ajo partido y con el aceite de oliva. Ponemos el conejo en una fuente amplia pero poco profunda y lo sazonamos con sal y pimienta.
Incorporamos el ajo y el romero.
Introducimos el conejo en el horno caliente asar y dejamos que se cocine durante 30 minutos. Después de ese tiempo, agregamos la cerveza y el zumo de limón encima de la carne.
Con una cuchara, vertemos los jugos del fondo encima de la carne.
Cubrimos la fuente con papel de aluminio y lo dejamos asar durante 1 hora más.
Cada 15 minutos, le damos la vuelta a los trozos de conejo y lo bañamos con los jugos depositados.
15 minutos antes de terminar, le quitamos el papel de aluminio, y aumentamos la temperatura a 230 ºC para que se dore la superficie.
Seguimos bañando la carne con los jugos para mantener la carne jugosa.
Una vez que la carne esté dorada, la sacamos y vemos si está bien cocinado. Lo decoramos con unas ramitas de romero y lo servimos en porciones con el jugo de fondo.
El conejo es el mejor asado y comido casi de inmediato. Así que ten todo preparado para cuando acabe de hacerse.
Una sugerencia de presentación es acompañarlo de una ensalada aliñada con vinagre y aceite.
La receta se duplica fácilmente con 2 conejos enteros. Pero elige una fuente más grande, lo suficientemente grande como para caber el conejo sin que la toque, para que la carne se pueda dorar fácilmente.