Conejo al ajillo frito
La receta del pollo frito, ahora también en conejo. Veréis una lista muy larga de ingredientes, pero la mayoría son especias y son para el adobo de la carne, en el que vamos a dejar durante todo un día para que absorba todos los sabores.
Mucho mejor si son especias frescas, porque tienen más aroma, pero también valen si son secas.
Ahí va la receta.
Ingredientes:
- 1 conejo de kilo y medio cortado en 6 piezas
- 1 cucharada mas 2 cucharaditas de sal kosher
- 750 ml de vino blanco seco
- 1 diente de ajo, machacado
- 1 cucharada de ralladura de limón
- 1 hoja de laurel
- 1 taza de nata fresca
- 1 cucharada de mostaza de Dijon
- 1 cucharada de orégano fresco picado
- 1 cucharada de romero fresco picado
- 1 cucharada de tomillo fresco picado
- 1 cucharadita de pimienta negra recién molida
- 125 gr de harina
- 100 gr de pan rallado o panko
- Aceite de oliva (para freír)
- 2 cucharadas de cebollino fresco picado (opcional)
Preparación del conejo al ajillo frito:
Ponemos el conejo en una cazuela con una cucharada de sal, el vino blanco, el ajo machacado, la ralladura de limón, y la hoja de laurel, con agua si es necesario, para que el conejo esté totalmente sumergido.
Ponemos la cazuela a fuego medio-alto hasta que llegue a hervir; inmediatamente reducimos el calor y lo dejamos hervir suavemente durante unos 20 minutos.
Apagamos el fuego y dejamos que el conejo se enfríe dentro del líquido de cocción. Filtramos el líquido y lo tiramos.
Mientras tanto, batimos la nata fresca, la mostaza de Dijon, el orégano, el romero y el tomillo en un recipiente mediano. Introducimos los trozos de carne en este adobo hasta cubrirlos por completo. Los envolvemos con papel de film y lo metemos en el frigorífico durante 1 día entero.
Cuando haya pasado ese tiempo, preparamos un plato, con la harina (al que añadiremos las 2 cucharaditas de sal que quedan) y con el pan rallado.
En una sartén profunda, añadimos bien de aceite y lo ponemos a calentar a fuego fuerte.
Enharinamos los trozos de carne adobada completamente, sacudiendo el exceso, y los freímos en el aceite caliente durante 10 minutos, dándole la vuelta de vez en cuando para que se hagan por todos los lados. Al final el conejo tiene que tener una capa crujiente y dorada por fuera, pero tierna por dentro.
Repetimos el proceso con el resto de la carne y lo sacamos a una fuente con papel de cocina para absorber el exceso de aceite. Le espolvoreamos el cebollino por encima y lo servimos.